martes, 1 de marzo de 2005

“No podemos bañarnos dos veces en el mismo río”



Quiniento años antes de Cristo, Heráclito de Éfeso escribió que todo fluye, todo cambia y que nada permanece. “No podemos bañarnos dos veces en el mismo río”, dice en uno de los fragmentos que han llegado hasta nosotros. (Ni el río ni nosotros seríamos los mismos.)

Y no nos damos cuenta... y desperdiciamos otro día más: otro regalo, un tiempo que no vamos a recuperar nunca. ¿Por qué nos olvidamos siempre de vivir? ¿Por qué es tan fácil pensarlo por la noche antes de ir a dormir pero lo olvidamos con el nuevo día?

2 comentarios:

iketius@hotmail.com dijo...

Buscas al hombre sencillo... ¿y qué hay de la "mujer sencilla"? xD. Es cierto. Creo que el tiempo es algo demasiado valioso como para desperdiciarlo. Por cierto, el fragmento de Heráclito dice exactamente esto: "Todo cambia, nada permanece; no podrás bañarte dos veces en el mismo río porque nuevas aguas fluyen tras las aguas".
Un beso, y todo mi apoyo para que sigas escribiendo

Txio

Santiago Crespo Guillén dijo...

Txio, gracias.. Lo del "hombre sencillo" viene de una larga historia -anécdotas personales- y efectivamente puedes sustituirlo por "ser humano sencillo" aunque creo que no queda tan bien. Uso "hombre" como especie humana. No me gusta lo de "todos y todas" "hombres y mujeres". Me parece innecesario y otra manipulación política más. Es una opinión. Respeto que prefieras duplicar el género. ;-)

Y nada, gracias de nuevo por tus ánimos pero a ver si la próxima vez escribo algo mejor..

1 abrazo.